Tener los pies bonitos y bien arreglados es una meta que todos quisiéramos cumplir a tiempo completo, y cuando no es posible acudir a una profesional, lo mejor es aprender a realizarla nosotros mismos en casa.
Aquà te dejamos algunos consejos…
Sumerge los pies en agua tibia para irlos suavizando.
Coloca ambos pies en un recipiente con suficiente agua tibia y déjalos en remojo de cinco a ocho minutos. Preferiblemente añade sales de baño para los pies con el fin de lograr un efecto relajante y suavizar durezas o callosidades. Si no cuentas con las sales que venden para pedicuras, emplea sal marina gruesa de cocina.
Elimina durezas usando la piedra pómez.
La piedra pómez es muy empleada en las pedicuras, por ser una herramienta fabulosa para eliminar la piel reseca de los pies, especialmente los talones y la zona inferior de los mismos. Frota la zona con movimientos suaves, manteniendo la piedra húmeda, y paulatinamente notarás cómo la piel seca cede.
Corta las uñas según la forma de tu preferencia.
Corta las uñas según la forma que más te gusten, sean cuadradas o redondas con ayuda del cortauñas. Debes tenerlas secas para que puedas manipularlas mejor, ya que si las cortas mojadas, las uñas se pueden quebrar. Por lo tanto, este paso es de suma importancia para lograr una buena pedicura.
Lima correctamente las mismas prestando atención al detalle.
Usa una lima ancha para limar las uñas de tus pies con mucho cuidado, empezando por la parte gruesa y luego, pule las puntas con el lado fino. Para un óptimo resultado, se recomienda hacerlo con movimientos que vayan de los extremos hacia adentro, de manera continua, hasta conseguir la forma deseada. Lima de los extremos hacia adentro
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